Del Estado del Bienestar a la beneficencia | lamentable.org Hubo un tiempo, no hace tanto, que la Iglesia católica tenía en sus manos todos los aspectos del registro civil. Al nacer, uno quedaba inscrito en el libro de bautizos; al casarse –con una mujer, claro– debía pasar igualmente por el templo, sin posibilidad de divorcio posterior, y al morirse tambié...
No hay comentarios:
Publicar un comentario